Hace más de 3 años que nació mi hijo y hemos enfrentado desafíos para lograr que duerma. Muchos padres me entenderán cuando digo que de lunes a domingo hay que acostarlos temprano, y en nuestro caso no ha sido una excepción.

 

Sin embargo, hoy después de 3 años, ¡todos dormimos más de 11 horas seguidas!. Nos levantamos a las 9 am y resulta aunque que teníamos un tour reservado para las 9 am en el Coliseo, ya no había nada que hacer… ¡Pero como cambiar 11 horas de sueño corridas!.

 

Así que decidimos relajarnos, disfrutamos de un desayuno buffet en el hotel (recomiendo el hotel The Griffe o cualquier otro en Vibe Nazionale para moverte por Roma), y luego nos dirigimos hacia el Coliseo.

 

Por cierto a los padres que viajan a Roma es muy recomendable usar la carriola para agilizar el transporte con niños, ya que en las calles es fácil transitar con ella.

Llegamos al Coliseo y las filas son enormes. Nos acercamos y descubrimos que ahora utilizan un código QR para comprar los boletos individuales de entrada. Por supuesto, en los siguientes 15 días no hay boletos disponibles.

 

Como recomiendan todos los blogs de viaje, sugiero comprar el tour que incluye entradas sin colas. Pero bueno, ya vimos que no podríamos ingresar, así que decidimos recorrer el exterior del Coliseo y el Monte Palatino. Para luego, visitar el Monumento de Augusto.

Después fuimos a la Fontana di Trevi, que es una maravilla. Sin embargo, como es muy concurrida por turistas, como todas las guías recomiendan, decidimos alejarnos un poco de las atracciones turísticas para buscar un lugar donde comer.

 

De ahí, nos dirigimos a la Casa de los Médici, que se encuentra al lado de un gran parque. Allí, tuvimos la oportunidad de alquilar bicicletas eléctricas por 12 euros la hora, lo cual valió mucho la pena. Estuvimos recorriendo el parque en bicicleta y un poco más tarde fuimos a comer lejos de la zona turística.

 

Así lo hicimos y disfrutamos de pizza, pasta, ensalada y una botella de vino por 50 euros. Después, caminamos de regreso al hotel. Realmente, la ubicación del hotel nos permitió desplazarnos a pie por Roma, por lo que sigo recomendando esa ubicación.