Preparándonos para el tour en el Vaticano

Hoy nos despertamos temprano emocionados por nuestro tour en el Vaticano. Siguiendo la recomendación, nos dirigimos a la estación de metro que se encuentra a solo 5 minutos a pie. Desde allí, son literalmente 5 estaciones en dirección a Bertíni para llegar al Vaticano. El costo del billete de metro es de 3 euros, y puedes utilizarlo durante 100 minutos por adulto. Los niños menores de 4 años no pagan boleto.

El recorrido hacia el Vaticano y la Carriola 

Una vez en la oficina del tour, nos dividieron en grupos según el idioma. Nuestro grupo estaba compuesto por 7 personas, y nosotros llevábamos la carriola para poder movernos más cómodamente con nuestro hijo. En ese momento nos informaron que podría haber algunas rampas con escaleras en el recorrido, lo cual implicaría cargar la carriola en esos momentos.

Además, nos indicaron que en la Basílica de San Pedro no se permite ingresar con carriolas y debíamos dejarla afuera.

Iniciando el tour en el Museo Vaticano

Caminando, nos dirigimos hacia el Museo Vaticano, y es cierto que evitamos las largas filas para entrar y comprar los boletos. Si decides hacerlo por tu cuenta, el costo de entrada es de 17 euros por adulto. Una vez dentro, nos obligaron a pasar por algunas galerías que exhibían estatuas y obras de arte recuperadas en excavaciones. Resulta impresionante la colección de estatuas de la época romana que se encuentra allí, aunque no todas son memorables.

La emocionante visita a la Capilla Sixtina

Continuamos avanzando junto con el resto de visitantes, con la esperanza de llegar finalmente a la Capilla Sixtina. Es importante mencionar que hay bastantes escaleras y no hay rampas ni elevadores disponibles. Afortunadamente, algunos compañeros del tour nos ayudaron a superar este obstáculo. Antes de ingresar a la capilla, nos informaron que es un lugar sagrado en el cual no se permite hablar ni tomar fotografías. Una vez dentro, nos formaron en filas y permanecimos allí por un tiempo, admirando las obras maestras de Miguel Ángel y escuchando las historias y detalles que nos habían contado previamente.

Explorando la imponente Basílica de San Pedro

Una vez satisfechos con nuestra visita a la Capilla Sixtina, nos dirigimos hacia la Basílica de San Pedro. Antes de ingresar, dejamos la carriola en un lugar especial donde se encargan de resguardarla, junto con cualquier objeto que deseáramos dejar allí.

La Basílica de San Pedro es la iglesia más grande del mundo, situada en el Vaticano, un país independiente con una extensión de 44 hectáreas. El Vaticano es reconocido como el centro espiritual del cristianismo y alberga numerosos tesoros artísticos y religiosos.

Historia y relevancia del Vaticano en el cristianismo

Históricamente, los papas desempeñaron un papel importante como líderes religiosos y también estuvieron involucrados en asuntos políticos y militares. Durante la antigüedad, la Iglesia Católica y los papas tenían una influencia significativa en la región, llegando a tener posesiones territoriales que abarcaban gran parte de Italia y otras áreas.

Es importante destacar que el Vaticano ha evolucionado a lo largo de los siglos y en la actualidad se enfoca principalmente en su papel religioso y como un lugar de peregrinación para millones de fieles en todo el mundo.

Obras impresionantes y ascenso a la cúpula de San Pedro

En la Basílica de San Pedro, se pueden apreciar obras impresionantes realizadas en mármol, oro y otros materiales preciosos. Destaca la magnífica obra de Bernini en el altar central, que marca el lugar del martirio de San Pedro. Solo el Papa tiene el privilegio de celebrar la misa en este altar, especialmente en fechas significativas como el 25 de diciembre y la Pascua.

La Basílica de San Pedro es un lugar majestuoso, con una altura de más de 130 metros. Vale la pena explorar las criptas papales que se encuentran debajo del suelo, así como ascender a la cúpula. Para subir a la cúpula, tienes la opción de caminar más de 500 escalones por un costo de 8 euros, o pagar 10 euros para tomar un elevador y luego subir 215 escalones adicionales hasta la parte más alta. Desde allí, podrás disfrutar de una vista panorámica de toda Roma, una experiencia realmente impresionante.

Descubriendo el Panteón de Roma y su grandeza

Al salir del Vaticano, visitamos la iglesia conocida como el Panteón de Roma, cuya cúpula tiene un diámetro de 43 metros, siendo incluso más grande que la de San Pedro. Fue restaurada en el año 128 y es impresionante entrar y contemplar todo lo que alberga en su interior.

La Plaza Novona y la hora de comer pese las advertencias

Luego caminamos de regreso hacia el hotel, pasando por la Plaza Navona con su obelisco y estatuas. Decidimos comer en uno de los restaurantes de la plaza, a pesar de las advertencias de los blogs sobre la calidad de la comida y los precios elevados. Después de todo un día sin comer, decidimos tomar el riesgo. La botella de vino tenía un precio de 39 euros, la pizza costaba 16 euros y la sopa 15 euros. Optamos por compartir una pizza y una sopa, lo que nos costó 31 euros, más el 10% de servicio por el lugar. En Italia no es necesario dejar propinas.

Fontana di Trevi y sorpresas gastronómicas 

Continuamos nuestro recorrido y pasamos por la Fontana di Trevi. Por la noche, cenamos en otro restaurante ubicado a una cuadra del hotel, donde disfrutamos de una pasta, una ensalada y vino por 30 euros. Fue una excelente experiencia. En general, los restaurantes cercanos al hotel resultaron ser los mejores en términos de calidad y precio.